El Capricho

¿Qué es El Capricho de Gaudí?

El Capricho de Comillas es el nombre con el que se conoce popularmente a la Villa Quijano, una casa construida entre 1883 y 1885 por el arquitecto Antoni Gaudí en la localidad de Comillas, en el norte de España.

 

Encargada por Máximo Díaz de Quijano, un abogado enriquecido en América, esta original obra de Gaudí fue diseñada bajo la influencia del arte oriental y la arquitectura árabe, y anticipa algunas de las soluciones constructivas y decorativas que el genial arquitecto catalán emplearía en trabajos posteriores.

 

La historia de El Capricho de Gaudí

Foto El Capricho de Antoni Gaudi Comillas

 

Universalmente conocida como El Capricho, la Villa Quijano es uno de los edificios más emblemáticos de Comillas, una población costera de Cantabria situada a unos 50 kilómetros al oeste de Santander. El hijo más ilustre de Comillas fue Antonio López y López (1817-1883), un emprendedor que emigró a Cuba a los 14 años y, al regresar, fundó una naviera, un banco y una compañía de tabacos, actividades que le situaron entre los empresarios más ricos de la España de la época y le hicieron acreedor del título de marqués de Comillas, dignidad creada expresamente para él por el rey Alfonso XII.

 

Pese a vivir en Barcelona, Antonio López siempre llevó Comillas en el corazón, hasta el punto de que patrocinó la construcción de varios edificios monumentales en la localidad –la Universidad Pontificia y el palacio de Sobrellano, obras del arquitecto historicista catalán Joan Martorell, y el Seminario Mayor, del también ilustre proyectista catalán Lluís Domènech i Montaner, uno de los próceres del modernismo–, convirtiendo Comillas en el lugar de moda de la aristocracia.

 

En 1883, Máximo Díaz de Quijano, concuñado del marqués y, como éste, enriquecido en Cuba, decidió construir su residencia en los jardines que rodean al palacio de Sobrellano, impregnado por el ambiente de transformación que vivía Comillas a raíz de las estancias veraniegas de la familia real española.

 

Para realizar el proyecto le recomendaron al joven Antoni Gaudí, discípulo de Martorell y protegido del empresario Eusebi Güell, yerno de Antonio López. Sin embargo, el arquitecto y el promotor nunca llegaron a conocerse, puesto que Gaudí diseñó la villa desde Barcelona, dejando la supervisión de la obra a su colega Cristóbal Cascante.

 

El frente público de la casa

Fachada El Capricho de Antoni Gaudí, en Comillas

 

Las nuevas casas de veraneo de Comillas se construían con el propósito adicional de exhibir la riqueza de sus propietarios. El Capricho responde claramente a esta intención, con un aspecto exterior lleno de colorido y originalidad.

 

El frente norte, que se desarrolla en paralelo al paseo que comunica con el palacio de Sobrellano, alberga la entrada principal –diseñada a partir de un pórtico columnado que sostiene la torre-mirador– y los espacios públicos de la casa: la sala de visitas, el salón principal y el comedor.

 

Pese a que Díaz de Quijano afirmaba que quería una casa “pequeña, pero confortable”, lo cierto es que la organización y, sobre todo, la decoración de la fachada principal de la Villa Quijano tenían el evidente propósito de asombrar a los visitantes de la casa.

 

El frente privado de la casa

Fachada privada de El Capricho de Gaudí, en Comillas

 

En su plan general para la construcción de El Capricho, el arquitecto Gaudí previó que el frente orientado al sur se dedicara principalmente a las actividades privadas del promotor, por lo que situó en esta ala las estancias destinadas a estos usos, como el dormitorio principal y el invernadero, que ocupa buena parte de dicha fachada.

 

Alimentado por el sol del mediodía y protegido de los húmedos y fríos vientos del norte por el desnivel del terreno y por la barrera constructiva que levanta la propia casa, el invernadero sirve de regulador térmico para el resto de las estancias, al irradiar a partir del anochecer todo el calor que ha ido acumulando en su interior durante las horas de sol. Asimismo, el invernadero de El Capricho se adapta a la forma de U de la vivienda, dejando a su alrededor un amplio corredor cubierto que desempeña las funciones de distribuidor principal de la casa.

 

La distribución de las estancias de El Capricho

A pesar de algunas decisiones que denotan el genio de su creador, como el hecho de distribuir las estancias de la Villa Quijano alrededor de un invernadero, la casa presenta una organización tradicional, basada en la yuxtaposición de habitaciones a lo largo de un corredor que las comunica y alejada de las innovadoras soluciones que caracterizaron sus obras de madurez.

 

Así, El Capricho presenta tres niveles, cada uno con diferentes funciones: el semisótano y el desván están dedicados a las actividades del servicio, mientras que la planta noble, la que debía habitar el promotor, se encuentra en un plano intermedio, ubicación que condujo a Gaudí a concebir una comunicación que tendiera a reducir la circulación entre plantas, con dos cajas de escaleras casi ocultas y sorprendentemente estrechas para tratarse de la villa de un aristócrata.

 

El libro para conocer la obra más ecléctica de Gaudí

El capricho fue una de las primeras obras de Gaudí, donde ya demostró una imaginación desbordante. Situado en Comillas (Cantabria), El Capricho fue diseñado por Gaudí bajo las influencias del arte oriental y de la arquitectura árabe, estilos que le marcaron profundamente durante su juventud.

 

Este libro visual sobre El Capricho incluye más de 180 fotografías que analizan, desde la innovadora estructura del edificio hasta los originales detalles decorativos de sus habitaciones. Con exclusivas ilustraciones 3D que realizar un recorrido completo por este singular proyecto de Gaudí.

 

En Dosde hemos querido profundizar en este edificio clave en la trayectoria de Gaudí, ya que muchas de sus soluciones arquitectónicas las aplicaría en posteriores proyectos.

Libro El Capricho de Antoni Gaudi, Dosde Editorial

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