Biografía Ilustrada de Pablo Picasso

Un testimonio completo de su vida personal y profesional

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Sobre el libro Biografía de Picasso

Esta biografía de Pablo Picasso editada por Dosde recorre toda la trayectoria de uno de los artistas más importantes de la historia. El libro muestra qué acontecimientos marcaron la vida de Picasso, así como las relaciones personales que mantuvo a lo largo de los años este creador de fama internacional, cuyos experimentos plásticos marcaron el rumbo de la pintura contemporánea.

Esta biografía de Picasso destaca por ser un completísimo testimonio de la vida del pintor, tanto desde el punto de vista personal como profesional. En orden cronológico, el libro realiza un pormenorizado análisis de la trayectoria de Picasso, su evolución artística y las situaciones a las que se enfrentó a lo largo de su intensa vida. De esta forma, el lector podrá conocer todo tipo de curiosidades de Picasso y ahondar en la génesis de sus obras más famosas.

Este libro ha sido concebido como una biografía ilustrada. Es por ello que incluye una gran cantidad de fotografías históricas de la vida de Picasso. Sus páginas recogen con el máximo detalle, tanto a nivel informativo como visual, la vida del genial artista malagueño. Por su carácter divulgativo y la gran cantidad de documentación fotográfica, se trata de uno de los libros de Pablo Picasso más completos publicados hasta la fecha.

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Biografía Ilustrada de Pablo Picasso

  • Incluye contenido digital exclusivo
  • Hecho con papel que respeta el medio ambiente
  • Producto oficial licenciado
  • Multilenguaje: Publicado en 6 idiomas

Sobre el libro Biografía de Picasso

Esta biografía de Pablo Picasso editada por Dosde recorre toda la trayectoria de uno de los artistas más importantes de la historia. El libro muestra qué acontecimientos marcaron la vida de Picasso, así como las relaciones personales que mantuvo a lo largo de los años este creador de fama internacional, cuyos experimentos plásticos marcaron el rumbo de la pintura contemporánea.

Esta biografía de Picasso destaca por ser un completísimo testimonio de la vida del pintor, tanto desde el punto de vista personal como profesional. En orden cronológico, el libro realiza un pormenorizado análisis de la trayectoria de Picasso, su evolución artística y las situaciones a las que se enfrentó a lo largo de su intensa vida. De esta forma, el lector podrá conocer todo tipo de curiosidades de Picasso y ahondar en la génesis de sus obras más famosas.

Este libro ha sido concebido como una biografía ilustrada. Es por ello que incluye una gran cantidad de fotografías históricas de la vida de Picasso. Sus páginas recogen con el máximo detalle, tanto a nivel informativo como visual, la vida del genial artista malagueño. Por su carácter divulgativo y la gran cantidad de documentación fotográfica, se trata de uno de los libros de Pablo Picasso más completos publicados hasta la fecha.

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Opiniones de los lectores
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Opiniones
Valoración
(2)

Totalmente recomendable. Me gustó porque te va contando a través de las fotos la vida de Picasso en todos los ámbitos, tanto su faceta como artista, como su lado personal: amigos, influencias, amores... Es un artista que admiro desde siempre, pero no sabía tantas cosas sobre él. Con este libro lo eh descubierto totalmente.
Juan Manuel (Toledo)
Juan Manuel (Toledo)
El libro en general me gustó, pero la documentación gráfica es una maravilla. Muchas fotografías históricas de Picasso que no había visto, es un libro lleno de curiosidades que no sabía sobre él. Fue un regalo y la verdad es que no pudieron acertar mejor. Fue un gran artista, irrepetible.

Opiniones de los lectores
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Totalmente recomendable. Me gustó porque te va contando a través de las fotos la vida de Picasso en todos los ámbitos, tanto su faceta como artista, como su lado personal: amigos, influencias, amores... Es un artista que admiro desde siempre, pero no sabía tantas cosas sobre él. Con este libro lo eh descubierto totalmente.
Juan Manuel (Toledo)
Juan Manuel (Toledo)
El libro en general me gustó, pero la documentación gráfica es una maravilla. Muchas fotografías históricas de Picasso que no había visto, es un libro lleno de curiosidades que no sabía sobre él. Fue un regalo y la verdad es que no pudieron acertar mejor. Fue un gran artista, irrepetible.

Información adicional

  • Información adicional
  • Subtitle: Un testimonio completo de su vida personal y profesional
  • Peso (g): 515
  • Encuadernación: Rústica
  • Tamaño (cm): 16,5 x 20,5
  • Autor: Dosde
  • Páginas: 160
  • Edición: Edición Visual
  • idioma
  • Español
  • Inglés
  • Francés
  • Italiano
  • Alemán
  • Chino
  • isbn
  • 978-84-9103-097-3
  • 978-84-9103-098-0
  • 978-84-9103-099-7
  • 978-84-9103-100-0
  • 978-84-9103-101-7
  • 978-84-9103-102-4
  • código
  • 40-002-00
  • 40-002-01
  • 40-002-02
  • 40-002-03
  • 40-002-04
  • 40-002-07

Biografía de Picasso

La obra de Picasso está estrechamente vinculada a su vida personal. Los cuadros del pintor reflejan las relaciones amorosas que Picasso mantuvo a lo largo de los años, muchas de ellas objeto de duras polémicas.

Asimismo, el trabajo del artista muestra la influencia de los importantes episodios históricos de los que fue testigo Picasso, un hombre firmemente comprometido con la paz y la justicia social en unos tiempos marcados por las guerras y las tensiones ideológicas.

Los primeros años de Picasso

Picasso llegó al mundo en Málaga —una de las ciudades más importantes del sur de Andalucía— el 25 de octubre de 1881. Era el primogénito del matrimonio formado por don José Ruiz Blasco y doña María Picasso López.

Perteneciente a una extensa familia malagueña de clase media, el padre era un pintor de escaso talento que trabajaba como profesor de la Escuela de Bellas Artes y como conservador del museo municipal, mientras que la madre era de origen genovés por la rama paterna. A pesar de que la posición económica del matrimonio Ruiz-Picasso era más bien modesta, la familia no tardó en crecer.

A finales de 1884, nació Lola, y en 1887 lo hizo Conchita, cuya muerte en 1895 sería uno de los episodios más dramáticos de la vida de Picasso.

Todos residían en un apartamento situado en la tercera planta de un edificio de la plaza de la Merced, una zona céntrica de Málaga, ciudad que por aquella época estaba atravesando una profunda crisis económica y social debido al declive de la industria siderúrgica y a los estragos causados por la filoxera en el sector vitivinícola.

En el piso también vivían la abuela y las dos tías maternas de Picasso, así como una sirvienta, de forma que el pequeño Pablo creció rodeado de figuras femeninas.

Protegido por su entorno familiar, Picasso tuvo una infancia plácida. En casa, se divertía jugando con sus hermanas pequeñas, dibujando o recortando papeles para crear figuras de flores, animales y personas. En la calle, su día a día transcurría principalmente en la plaza de la Merced y sus alrededores, por donde correteaba con otros niños de su edad.


La Barcelona bohemia

Tras residir durante cuatro años en la ciudad gallega de La Coruña, en 1895 Picasso se trasladó con su familia a Barcelona. El futuro artífice del cubismo se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad, y con el tiempo acabó integrándose en la escena bohemia local gracias a sus constantes incursiones en la taberna Els Quatre Gats, uno de los principales focos de difusión del modernismo catalán.

En Els Quatre Gats, Picasso entró en contacto con las nuevas corrientes culturales procedentes del norte de Europa, un hecho que le permitió ampliar considerablemente sus horizontes plásticos.

Asimismo, en la taberna barcelonesa el artista coincidió con otros jóvenes que compartían sus inquietudes, como el escritor Jaume Sabartés, que años después se convertiría en su secretario personal, y, sobre todo, el pintor Carles Casagemas, que pasaría a ser su compañero inseparable.

Precisamente, Casagemas acompañaría a Picasso en su primer viaje a París. La estancia de los dos amigos en la capital francesa tuvo lugar en 1900 y acabó siendo trascendental para Picasso, quien en los años siguientes destinaría todas sus energías a hacerse un hueco en el competitivo mercado del arte parisino.

Pese a la ayuda de personajes como el marchante Pere Mañach, quien organizó las primeras exposiciones del pintor en la ciudad, Picasso todavía tardaría un tiempo en lograr su objetivo.

París y la aventura cubista

Tras una etapa marcada por el suicidio de Casagemas y las penurias económicas que a nivel creativo tuvo su reflejo en las denominadas pinturas azules, en 1904 Picasso se mudó de forma definitiva a París.

Instalado en el barrio de Montmartre y rodeado de personajes destacados de las vanguardias como los escritores Max Jacob, Guillaume Apollinaire y André Salmon, el pintor halló un ambiente muy estimulante que le ayudó a evolucionar artísticamente. Asimismo, en esa época el artista conoció a su primer gran amor, la modelo Fernande Olivier, con la que inició una relación tan apasionada como tormentosa.

Olivier sería una testigo privilegiada de los experimentos plásticos que desembocaron en la creación en 1907 de Les Demoiselles d'Avignon, una de las obras clave de la biografía de Picasso. Con ese cuadro ambientado en un burdel, el artista inauguró el cubismo, un movimiento que marcaría un punto de inflexión en la historia de la pintura al plantear una nueva forma de representar la realidad.

Estimulado por su colaboración con el pintor Georges Braque y respaldado por el marchante Daniel-Henry Kahnweiler, Picasso dedicaría los años siguientes a explorar todas las posibilidades de este nuevo estilo, que en un inicio toparía con la incomprensión general de la escena cultural parisina.

Tiempos convulsos

En 1912, cuando todavía se encontraba en plena fase de experimentación cubista, Picasso puso fin a su vida con Fernande Olivier para iniciar una relación sentimental con Eva Gouel. La llegada de Gouel a la vida de Picasso coincidió con el traslado del pintor al barrio de Montparnasse, lejos del ambiente bohemio de Montmarte y de su círculo habitual de amistades.

El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 contribuyó todavía más al aislamiento de Picasso, que vio cómo algunos de sus antiguos compañeros se veían obligados a acudir al frente o a exiliarse para evitar represalias.

La situación de Picasso se complicó todavía más con el declive de la salud de Eva. La pareja del pintor –que posiblemente padecía un cáncer o una tuberculosis– hacía meses que se encontraba mal, pero en febrero de 1915 su estado empeoró tanto que tuvo que ser internada en un hospital. Los médicos no pudieron remediar la situación. El 14 de diciembre de 1915, Eva falleció.

Picasso se había preparado para la muerte de su amada, pero quedó devastado. El artista se veía obligado a rehacer su vida sentimental al mismo tiempo que había llegado al final de su aventura cubista.

La vida burguesa

A partir de 1916, Picasso comenzó a relacionarse con el escritor Jean Cocteau y el empresario Sergei Diaghilev, director de la célebre compañía de los Ballets Rusos. A través de ellos, el pintor realizó sus primeras incursiones en el mundo de la danza y conoció a la bailarina ucraniana Olga Khokhlova, con la que se casaría en 1918.

Los primeros años de matrimonio de Picasso fueron especialmente dulces para el pintor, que además gozaba del respaldo unánime de la crítica y de una posición económica muy favorable. Picasso se había convertido uno de los artistas más cotizados del momento, y la alta sociedad europea no había dudado en abrirle sus puertas.

La felicidad conyugal de Olga y Picasso –que dio lugar en 1921 al nacimiento del primer y único hijo de la pareja, Paulo– se vio truncada al poco tiempo. En 1927 el artista inició un largo romance con una joven 28 años menor que él llamada Marie-Thérèse Walter, que en 1935 daría a luz a la primera hija del pintor, Maya.

Esa relación, especialmente fructífera a nivel creativo, provocó una enorme tensión en el matrimonio de Picasso, que acabó plasmando su agitación mental en sus pinturas, muchas de ellas próximas a los postulados del movimiento surrealista.

El horror de la guerra

Entre la segunda mitad de los treinta y la primera mitad de los años cuarenta, la vida de Picasso estuvo muy condicionada por los conflictos bélicos. En 1936 estalló la guerra civil española, cuyas atrocidades fueron denunciadas por el pintor en el Guernica, y tres años después comenzó la Segunda Guerra Mundial, un episodio que sumió al continente europeo en una de sus etapas más oscuras.

La ocupación alemana de París obligó a Picasso a refugiarse en su pintura, que adquirió un estilo más expresionista como reflejo de la angustia de ese período.

En el plano sentimental, esos años de inestabilidad política y social están ligado al nombre de la fotógrafa surrealista Dora Maar, cuya fuerte personalidad cautivó de inmediato a un Picasso que todavía mantenía un contacto estrecho con Marie-Thérèse Walter.

Poco antes del final de la guerra, el lugar de Maar sería ocupado por la artista Françoise Gilot, con la que Picasso tendría dos hijos, Claude y Paloma, nacidos en 1947 y 1949 respectivamente.


La posguerra

Tras la Segunda Guerra Mundial, Picasso destinó parte de sus energías a defender sus ideales políticos. El artista se afilió al Partido Comunista francés, una decisión que suscitó duras críticas, y se involucró en todo tipo de proyectos afines a la izquierda, como el Congreso Internacional de Intelectuales por la Paz, celebrado en 1948 en Polonia.

El período de posguerra también estuvo marcado por las estancias en el municipio francés de Vallauris, donde Picasso se adentró en el mundo de la cerámica, y por el giro hacia un estilo vitalista de inspiración mediterránea y mitológica, plasmado en obras de Picasso como La Joie de vivre.

Los últimos años

En el tramo final de su biografía, Picasso tuvo que enfrentarse a su propia fama, que amenazaba con oscurecer sus nuevos logros creativos. Tratado como un mito viviente, el artista sufría el acoso constante de los medios de comunicación y los admiradores.

Esa situación se hizo tan insostenible que Picasso acabó abandonado París para establecerse en el sur de Francia, donde era más fácil pasar desapercibido. La marcha de París supuso el alejamiento de Picasso de los círculos más vanguardistas, pero ello no evitó que el pintor siguiera evolucionando. Temas como los grandes maestros de la pintura pasaron a ser sus nuevas obsesiones, tal y como evidencian sus variaciones de Las meninas de Velázquez.

En esa época, la compañera de Picasso fue Jacqueline Roque, con la que el pintor se casaría en 1961. Tras vivir en Cannes y Vauvenargues, la pareja halló su refugio definitivo en el pequeño municipio de Mougins. Ahí el artista pasaría sus últimos años, marcados por los grandes homenajes públicos y las exposiciones internacionales.

Picasso murió el 8 de abril de 1973, a los 92 años de edad. El pintor fue enterrado en el castillo de Vauvenargues, en una ceremonia íntima a la que sólo acudieron Jacqueline, Paulo y un grupo reducido de amigos. Ésa fue la discreta despedida del artista más conocido del siglo XX, un genio visionario que había logrado cambiar la historia del arte.